El final no tiene fin Ni tuvo inicio el comienzo, Yo vivo siempre en camino, Así lucho, quiero y pienso. ...
En vista de la gran cantidad de información disponible, presentaremos un resumen de lo obtenido.
Podemos considerar probado que:
Podemos considerar probado que:
Carlos Francisco Belgrano nació en Oneglia (1822), Italia; hijo de Giuseppe Belgrano y de Bárbara Belgrano.
María Magdalena Amoretti también nació en Oneglia (1825); hija de Giambattista Amoretti y de Bianca María Amoretti.
Ambos se casaron en esa ciudad en 1843 y al año siguiente tuvieron su primer hijo.
Las familias Belgrano y Amoretti eran reconocidas en Oneglia y algunos de sus miembros ocuparon importantes cargos.
El padre del General Belgrano nació en Oneglia, al igual que Carlos Agustín Belgrano (1806) y Juan Bautista Cúneo (1808).
G.B. Cúneo afilió a Garibaldi a los movimientos independentistas encabezados por Mazzini.
Cúneo era familiar político de los Belgrano.
Carlos Agustín Belgrano debió emigrar a América por su filiación mazziniana y fue "amiguísimo" de Cúneo y Garibaldi.
Los tres regresaron a Italia alrededor de 1848.
En algún momento entre 1848 y 1856 emigró a Argentina Carlos Francisco Belgrano y familia.
Aproximandamente en 1850 Cúneo regreso a Argentina (pasando por Uruguay previamente)
Carlos Francisco Belgrano estaba muy relacionado con los integrantes de la familia Amoretti que habían emigrado y que estos participaron en actividades conducentes a la liberación de Italia.
C.F. Belgrano fue uno de los primeros afiliados a Unione e Benevolenza, a principios de 1859, y que esta era una sociedad abierta pero con ciertos principios secretos.
A año siguiente afilió a su hijo mayor (con solo 17 años), ese mismo año se afilió Francisco Amoretti.
Carlos F. Belgrano era amigo de G.B. Cúneo, que apadrino a su hijo (en 1860); y al hijo de su cuñado Antonio Amoretti casado con Francisca Belgrano; Cúneo también fue un importante miembro de Unione e Benevolenza.
Carlos F. se mudó a Potosí 372; y Manuela Belgrano, la hija del Gral Belgrano, vivía en Potosí 376. Esto ocurrió entre 1857 y 1859.
Manuela Belgrano era amiga de G.B. Cúneo, quien la visitara en su casa en reiteradas oportunidades y con quien se carteara luego de su partida en 1860.
Manuela Belgrano estaba al tanto de la lucha italiana y que expresara su simpatía por la liberación de ésta, además que se escribió con su familiar Carlos Agustín Belgrano e intercambió regalos a principio de la década del 60.
Carlos F. Belgrano tenía una carpintería de obra blanca en la dirección, ya mencionada, de Potosí 372.
En 1864, Unione e Benevolenza colocó la piedra fundamental de su sede; la ceremonia fue presidida por el arq a cargo de la obra, Leopoldo Rocchi y a su lado se encontraba Carlos Francisco Belgrano.
A través de las partidas de bautismo, casamiento y defunción se observan relaciones con importantes familias de la colectividad italiana, como Bottaro, Dodero, Cerruti, Novares, Olivieri, Queirolo, Ricci, Rocca, etc.
Sus familares por la línea Amoretti eran cercanos al presidente Bartolomé Mitre, y que se entrevistaron personalmente con el Rey de Italia.
Su familiar italiano Carlos Agustín Belgrano era visitado en su casa por Giuseppe Garibaldi, Giambattista Cuneo, Giuseppe Mazzini, Giuseppe Guerzoni, Camillo Benso Conte di Cavour Raffaele Cadorna, entre otros.
Al llegar la epidemia de fiebre amarilla, envió su familia a las afuera de Buenos Aires y él permaneció junto con su segundo hijo en la ciudad.
Carlos Francisco falleció, de esta enfermedad, a fines de abril de 1871 y pese a ello su hijo se quedó, (aunque no estaba enfermo) hasta que también muere en mayo.
Su descendencia fue adjudicada a Joaquín Belgrano y Melián, hijo natural del Rev. Domingo Belgrano (hermano del Gral) y de la mulata Cárdenas.
La mayor parte de la documentación original de la familia fue destruida o perdida.
Hasta aquí la primera parte de este trabajo, hay muchos enigmas sin esclarecer, pero creemos haber comenzado a correr el velo de esta historia.
La mayor parte de la documentación original de la familia fue destruida o perdida.
Hasta aquí la primera parte de este trabajo, hay muchos enigmas sin esclarecer, pero creemos haber comenzado a correr el velo de esta historia.
